Siento vida

SIENTO VIDA.

A veces la vida recoge de tu palma las fichas y te pone otras para seguir jugando. Me siento muy ilusionada con mis nuevas fichas, y con el nuevo tablero, que cambiará por completo. Soy una exploradora de este juego que es la Vida, y confío en que de entre los misterios se despliegan  grandes aprendizajes.

Hoy me voy a casar. Pensé que nunca lo diría. Aunque incrédula del protocolo, y desilusionada de muchas creencias, firmaré este contrato muy feliz porque amo a mi compañero. Amo el futuro que caerá sobre nosotros dos.

Me caso embarazada.  ¡Qué escandalosa felicidad! Me estoy convirtiendo poco a poco en un árbol que ofrecerá su fruto a la Vida.  Dentro de mi llevo dos corazones latiendo. Mi sangre alimenta el cuerpo de mi bebé. ¡Es asombroso! Tengo ganas de ir gritando por aquí y por allá, pero se que este tipo de fascinaciones son más bien extrañas para el pensamiento industrializado, que no sabe contemplar.

Juntos nos vamos a vivir a Portugal. Estaremos por allá dos años. Nos vamos a principios de Septiembre. Voy a estudiar una maestría y a formar, junto a Javier y a nuestro futuro bebé, una familia, la familia de los Orellana Peredo.

Escribo sobre mis rodillas, en una casa vaciándose y después de haber abierto varias cajitas de pandora. He releído cartitas, he sobado fotografías, he saboreado los años pasados. Me siento muy agradecida por estar viva en este tiempo y en este espacio, por haber sido hija de Jorge y de Tere, y hermana de Mónica. Me conmueve, además, haber formado amistades que han llenado mi vida de luz. Honro mi pasado y las decisiones de otros tiempos. Agradezco, pido perdón, y zarpo a este nuevo viaje, ¡hay sol! ¡hay viento! Cuidaremos del fuego y del agua.